Del sueño americano a una auténtica
pesadilla
Por comer y nutrirse
incorrectamente, el “sueño americano” puede convertirse en una verdadera
“pesadilla americana”.
Comer mal puede destruir no solo la salud de una persona, y la
tranquilidad de una familia, sino que también aun contado con un seguro de
cobertura médica, puede destruir completamente el patrimonio individual o
familiar, dejando a las personas o a las familias en una auténtica bancarrota.
Pero además, con el hecho de que la mayoría de las personas se están alimentando
erróneamente, se corre el riesgo de arruinar también, el sistema sanitario y la
viabilidad económica de esta gran nación.
Este es el primero de una serie de artículos que tienen como propósito
proporcionar al amable lector una a serie de conocimientos sobre nutrición, que
se podrán utilizar como una herramienta sumamente efectiva con la finalidad de evitar
engordar y enfermar, así como de mejorar el estado de salud, la calidad de vida
y aumentar con ello la expectativa de una vida longeva y saludable.
Por: Miguel Leopoldo Alvarado Saldaña
Director ejecutivo de Biogenesis Institute y editor en jefe de Pro Salud
News.
Seattle Washington.
Pro Salud News: http://www.pro-salud.info/
A la mayoría de las personas nos gustaría vivir el mayor tiempo posible,
con una buena salud, con pleno vigor, conservando desde luego, nuestras
facultades físicas y mentales; los expertos en el tema, nos aseguran que eso es
posible, porque el cuerpo humano está hecho para vivir un periodo de tiempo máximo
de entre 110 a 120 años, gozando de buena salud y con plenitud de nuestras
facultades humanas.
Durante los últimas décadas (periodos de 10 años), hemos logrado
aumentar de manera significativa nuestro periodo promedio de vida, gracias a
que se ha conseguido abatir eficazmente el hambre, las enfermedades infantiles
y a que se ha mejorado la higiene en las zonas urbanas. Sin embargo, aunque la
gente vive ahora más tiempo, esta ganancia de tiempo de vida se ha logrado con
un estado de salud y una calidad de vida, cada vez más precarios.
La decadencia de la salud y las enfermedades crónicodegenerativas se ha
convertido en una epidemia aparentemente incontrolable, que amenaza la
tranquilidad y la economía de las personas, de las familias, de la sociedad y
de las naciones.
Periodo promedio de vida
Cuando las personas nacidas en un mismo periodo de tiempo, alcanzan una
edad aproximada de 75 años, en ese momento, la mitad de esas personas han
muerto ya, y la otra mitad siguen vivas, a esto se le llama periodo promedio de
vida.
Sin embargo, las personas que alcanzan a vivir ese periodo promedio de
vida y que continúan vivas lo hacen gozando de un pésimo estado de salud y una
precaria calidad de vida. La senilidad caracterizada por la aceleración de la
decadencia física y mental, así como las diversas enfermedades y malestares que
sufre el hombre moderno, nos van incapacitando progresivamente, minando con
ello también nuestras finanzas personales y familiares, la calidad de vida y el
desarrollo humano, comprometiendo nuestro futuro.
Pero aun, ante el avance de la epidemia de obesidad y de enfermedades,
el declive de nuestras facultades físicas y mentales, se inicia ahora a una
mediana edad, entre los 40 y los 50 años, y algunas veces antes de esa edad.
Hasta la fecha, a pesar de todas las medidas preventivas, el
debilitamiento físico y mental, el exceso de peso y las enfermedades
crónicodegenerativas continúan con su implacable avance extendiéndose a
personas cada vez más jóvenes. En este estado de cosas, muy pocas personas se
sienten bien, con entusiasmo y con fuerzas suficientes para trabajar duro, para
triunfar en la vida.
El cansancio crónico ha hecho presa a la mayoría de las personas; y las
enfermedades que en la antigüedad atacaban únicamente a los adultos de mediana
edad y a los adultos mayores, ahora atacan jóvenes, adolescentes y niños.
Ningún segmento demográfico, estrato socioeconómico, raza o etnia o
nacionalidad, escapan a esta preocupante epidemia.
Los expertos aseguran y predicen que si bien en las últimas décadas se
había logrado incrementar el periodo promedio de vida, ahora estamos ante un evidente
retroceso en el estado de salud y de longevidad (tiempo de vida) de las
personas. Ahora enfrentamos una probable disminución en la expectativa de vida,
de tal manera que las personas de las nuevas generaciones estarán cada vez más
enfermas y morirán cada vez más jóvenes, disminuyendo con ello progresivamente
lo que se había ganado en salud y longevidad durante el siglo XX.
Antes, los hijos enterraban a sus padres, ahora, nos dicen los
estudiosos del tema, que poco a poco, veremos un proceso inverso, por el cual
los padres empezarán a enterrar a sus hijos, quienes gozarán de una menor
calidad de su salud, teniendo por lo tanto una muerte prematura.
Por otra parte, la mala salud, el debilitamiento físico y mental y el cansancio
crónico, han ido disminuyendo fuertemente el desempeño humano en el estudio, en
el trabajo, en el deporte y en las relaciones sociales. En la medida en que
empeora la salud, la gente se va tornado cada vez más irritable, insociable y
agresiva afectando el entorno familiar, social y laboral. El ausentismo y la
disminución en el desempeño en el estudio y en el trabajo, así como el elevado
costo de la atención a la salud por el sobrepeso, la obesidad, la diabetes, la enfermedad
cardiaca y cerebrovascular, etcétera, repercute gravemente en el grado de la
calidad de la vida y del desarrollo humano.
De esta manera, el anhelo de lograr una vida larga y saludable, libre de
enfermedades, con plenitud de las facultades físicas y mentales y un
mejoramiento en la calidad de la vida, se va truncando progresivamente. Y
aunque aquí nos referimos principalmente a lo que sucede en Estados Unidos de
Norteamérica, en donde el “sueño americano” se está tornando en una “pesadilla
americana”, los demás piases no se libran, ya que este fenómeno de mala salud y
de enfermedad, así como de disminución de la calidad y de la expectativa de
vida, se está extendiendo como una plaga global que afecta a todos los piases,
convirtiéndose en una amenaza para el desarrollo y la estabilidad social y
económica de todo el mundo.
La buena noticia, es que actualmente contamos con suficientes
conocimientos para evitar engordar y enfermar como lo ha estado haciendo la
mayoría de la gente. Cada uno de nosotros puede implementar sencillas y
eficaces medidas nutricionales y de estilo de vida, encaminadas a prevenir las
enfermedades, a mejorar la salud y en algunos casos a sanar, si es que ya está
uno enfermo.
En los siguientes artículos nos extenderemos con mayor amplitud en
algunos de los aspectos aquí mencionados para que se comprenda mejor por qué
los alimentos industrializados nos engordan y nos hacen daño. Expondremos una
serie de recomendaciones
nutricionales y de estilo de vida, que pueden mejorar nuestra salud, nuestra
calidad de vida, e incrementar la probabilidad de una larga vida plena de vigor,
de energía y de felicidad.
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